El secador de hélice seca los productos a baja temperatura. Puede tratar productos con una amplia gama de consistencias, desde líquidos hasta polvos, y desde geles hasta productos quebradizos. Al contrario que el secador de palas, el secador de hélice funciona por lotes.
El secador de hélice utiliza un mezclador helicoidal central, accionado desde la parte superior, en el interior de un recipiente cónico. Gracias a este diseño, el producto se mezcla con delicadeza. La pared caliente del recipiente es la encargada de calentar el producto. Los fluidos caloportadores suelen ser agua, aceite térmico o vapor, dependiendo del producto y lo que esté disponible en la planta. El mezclador helicoidal central agita uniformemente el producto mientras transfiere calor. El secador helicoidal seca el producto hasta formar un polvo. Tras ello, se descarga por la salida central inferior, dejando una cantidad ínfima de residuos en la unidad.
Al procesar productos higiénicos, puede instalarse un sistema opcional de limpieza in situ. Este sistema rocía y purga las piezas que entran en contacto con el producto después de cada ciclo de producción. El concepto del secador se basa en el procesamiento delicado a temperaturas de secado bajas; para productos sensibles al calor, puede procesarse en vacío.
La forma compacta del secador se adapta fácilmente a salas con limitaciones de altura. La amplia gama de modelos comienza a partir de unidades de 4 L para laboratorios. Y la unidad industrial de mayor tamaño alberga 12 m³ de producto. Hasta los 200 L, el cliente puede elegir entre una configuración estacionaria o móvil. Las unidades móviles ofrecen una mayor flexibilidad y una producción eficiente. Además, estas pueden disponer de una cubierta con bisagras para facilitar el acceso a la cámara de procesamiento e inspeccionar todas las piezas que entran en contacto con el producto
